El equipo Fuzzy Projects prototipa a lo grande
Por Marta Lago (Teamlabs)
La semana pasada realizamos el primer Lab (laboratorio) en el nuevo espacio Teamlabs en Madrid, situado en la calle Duque de Alba, número 15. Con varias sillas desembaladas para la ocasión, sin mesas dignas de ese nombre y la conexión a Internet aún sin funcionar, decidimos okupar creativamente el espacio antes de que el comienzo de curso lo poblase de equipos, mobiliario de oficina y tecnología a tope.
Se trataba del laboratorio sobre innovación centrada en las personas. Una experiencia de cuatro días orientada a comprender y practicar los fundamentos de algo que consideramos una de las cuerdas del ADN de Teamlabs. Dada su duración y el compromiso que exige por parte de los participantes, el equipo presta una atención especial a lo que en él sucede, se implica y, poco a poco, el Lab se ha ido convirtiendo en un espacio de experimentación y escucha más allá de la transmisión escueta de metodologías y herramientas.
En esta ocasión, estábamos literalmente sentados sobre el reto que íbamos a trabajar: ¿cómo hacer del nuevo espacio Teamlabs la base de la mejor comunidad de aprendizaje del mundo? Dimos la bienvenida a un grupo variado que, increíblemente, no echó a correr, sino que se sumó entusiasta al reto de soñar su propio espacio. Locura llama a locura pero, a menudo, también a gente maravillosa –sin olvidar a Max, el beagle de la tercera generación de Masteryourself y miembro más civilizado de toda la comunidad. Habitábamos un espacio sin conformar, y al hacerlo, empezábamos a conformarlo. De la misma manera habitábamos una metodología de trabajo, el design thinking, la experimentábamos, la cuestionábamos, la retorcíamos. Y echábamos a rodar la bola de nieve del diseño compartido del nuevo espacio.
Introversión y extroversión: Max en plena síntesis y Ana probando la Sala Loca
El espacio líquido, la generación de comunidad, la tensión entre el proyecto propio y el procomún… Son cuestiones que el equipo se lanzó a explorar in situ siguiendo un proceso de design thinking: planteamiento, exploración, reflexión, creación y materialización. Aunque es difícil sintetizar todo lo ocurrido en un post, queremos compartir algunos aprendizajes e ideas que informarán nuestros próximos desarrollos en el espacio:
Aprendizaje radical significa hospitalidad radical
Team companies de diversos programas, coworkers, empresas… conviven en el espacio generando comunidad y multiplicando oportunidad. Y además, hay muchas personas afines que aportan e inspiran que visitan, pero no viven. ¿Cómo acoger a personas en diferente grado de implicación? ¿Cómo transmitir la cultura más allá de las normas? ¿Cómo acoger más allá de compartir la clave wifi? El equipo nuclear de Teamlabs debe abandonar una posición de promotor de la idea para convertirse (e inventar el rol) en host 3.0.
El entorno es la vida: Teamlabs como espacio-esponja
Bares, comercio local, tribus urbanas, movimientos cívicos, asociaciones de vecinos. Y ahora, Teamlabs ¿Cómo fomentar un intercambio transparente, una acogida y una colaboración real para convertirnos en un agente más, y no en una prótesis molonista que acelere la gentrificación? Seguiremos explorando el concepto de espacio-esponja.
¡Rompamos las cápsulas de equipos establecidos!
Cuando cada equipo está ensimismado en su proyecto y sus rutinas, esto es un reto a la convivencia y un desperdicio de oportunidades. ¿Cómo animamos a salir de la vorágine del propio proyecto y crear lazos y oportunidades transversales a los equipos “establecidos”?
Una propuesta del Lab fue “Fuzzy projects”, un programa que apoye proyectos transversales, autogenerados, visionarios y los dote de recursos y continuidad. ¿Alguien interesado en la “Sala de aprender a volar”? O el programa “Shadow the CEO” para la convivencia radical con personas de otros equipos, o de roles muy diversos.
El talento mueve el mundo. La falta de talento nos mueve a nosotros
O, más bien, la necesidad de él. Esta es la base de la iniciativa “Deja de llorar. Tu no-talento tiene pareja”. Objetivo: potenciar al máximo las capacidades de las personas y su encaje con una necesidad de aprendizaje en cualquier proyecto o iniciativa.
Micromomentos, o el arte de convivir en lo pequeño
No sólo de reuniones y proyectos se alimenta la convivencia. La cocina, el ocio, el pisotón en la mano (como lo bautizamos), lo no programado, lo no instrumental, son el oxígeno que mantiene viva a la comunidad y que forma su personalidad. ¿Cómo podemos dar forma a un espacio y a unos hábitos que favorezcan al máximo estos momentos? Dimos vida a la “Sala Loca del Sótano” (un espacio de juego, desahogo y conexión para toda la comunidad, con colector de gritos y cantos incluido) y disfrutamos explorando las muchas formas de dar vida real al espacio. Una delicia de oportunidad para crear y experimentar.
Capacidad tecnológica como oportunidad
La colaboración e integración de agentes tecnológicos es imprescindible y tiene muchas formas y grados. El equipo exploró la forma de acoger profesionales de perfil tecnológico para propiciar un caldo de cultivo de ideas e iniciativas: imaginamos un entorno maker con vocación de impacto real en el “Teamlabs/ tech lab”.
Cierto que los Fuzzy projects y la Sala Loca nos inspiran, y todas las demás ideas también; seguro que algunas llegarán a materializarse (personalmente he incluido el mío en la lista de Fuzzy projects, por lo que pueda pasar). Pero tanto como las ideas y respuestas, atendamos también a las preguntas que las inspiraron. Oportunidades nuevas, generadas a luz de una mirada empática y juguetona, pero a la vez realista. Transformar una patología conocida y paralizante (“es difícil generar comunidad en un espacio de coworking, todo el mundo va a lo suyo”) en un reto creativo (“generemos micromomentos de baja intensidad”) exige andamio metodológico, pero, sobre todo, una mirada fresca y afilada y mucha confianza creativa para echar a andar.
¡Gracias a todos y a todas por recordarnos que esta confianza sabe mucho mejor cuando es de verdad compartida!
Así comienza el apasionante reto de construir la casa Teamlabs en Madrid. Todo el mundo atento, ¡seguimos informando!.
El espacio de proyecto, cambiando de aspecto cada día