Por Gloria Gubianas (cofundadora Hemper, graduada LEINN).
LEINN Barcelona y Madrid:
Desde el principio supimos que Hemper tenía que formarse como una empresa que tuviera objetivos de sostenibilidad. Si queríamos sacar adelante el proyecto, había dos requisitos indispensables que teníamos que cumplir: Hemper tenía que ser respetuosa tanto con las personas, como con el medio ambiente.
Hoy en día, la situación del planeta está empeorando, estamos llegando a un límite donde el impacto medioambiental es prácticamente irreversible.El consumo está creciendo a una velocidad que el planeta no se puede permitir, no solamente por su impacto en la producción, sino sobre todo por la cantidad de residuos que generamos. La industria de la moda, a la que nosotros pertenecemos, es una de las más contaminantes y no solo eso, en los últimos años hay un crecimiento constante de las ventas online que afectan un 7% más a la huella de carbono, por dos motivos: el packaging y el transporte de pedidos.
En la mayoría de los casos, el producto está sobreprotegido, para su transporte se utilizan materiales como el plástico y cartón que son totalmente innecesarios. Además debido a que cada vez exigimos más velocidad en la entrega de nuestras compras, no se busca una eficiencia en el transporte sino la rapidez. Así que muchos camiones se quedan medio vacíos.
En Hemper, como marca de moda y encima de moda online, nos sentimos responsables de este problema . Las torres de cajas de cartón se acumulaban en la puerta de la oficina, los pedidos salían día tras día…Llevábamos un tiempo dándole vueltas a cómo conseguir un packaging que fuera respetuoso con el medio ambiente y a la vez que fuera con nuestra marca. Investigamos diferentes opciones y alternativas que existían: bolsas de algodón, cajas reutilizables…. Pero ninguna de ellas acababa de resolver nuestras necesidades.
Durante el viaje a Nepal de octubre de 2017, mi socio Carlos de Sandoval, dio con una solución. En nuestras estancias allí solamente comemos arroz y en consecuencia, estamos constantemente viendo su producto y su colorido packaging. Nuestros proveedores están acostumbrados a reutilizar las bolsas de arroz que ya se han consumido, para entre otras cosas, los forros de las mochilas y otros productos. Así que decidimos actuar como ellos, e hicimos una conexión: utilizar las bolsas de arroz como packaging transformándolas en algo similar a las típicas bolsas de algodón.
Fuimos al colmado de al lado de nuestro hostal a comprar una bolsa que iban a tirar y corrimos hacia el taller. Os podéis imaginar la cara del sastre, cuando le dijimos que hiciera una “shopping bag”. Después de esto hicimos una conexión más: que la bolsa no fuera solamente una bolsa de compra, sino que también una bolsa de envío. Y la diseñamos de tal manera que las asas pudieran ir por dentro durante el envío y luego que se sacaran para reutilizarla como bolsa de la compra.
No eramos conscientes de que a la vez que solucionabamos un problema en España también lo hacíamos en Nepal: Un nepalí come de media anualmente 79,7 kg de arroz. Esto supone 3,2 bolsas de 25 kg. Multiplicado por 29 millones de habitantes, suman más de 92 millones de bolsas, de las cuales, la mayoría son arrojadas a vertederos o quemadas.
Gracias a esta solución esta solución logramos completar las 3R:
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Reciclamos un residuo de Nepal
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Reducimos nuestro consumo de cartón o algodón o plástico del packaging
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El cliente lo Reutiliza para otro uso.
Y además tiene unas ventajas con las que ni habríamos soñado:
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Plasmamos la esencia de Nepal en nuestro packaging y le damos un valor mayor que cualquier caja o bolsa.
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Optimizamos el espacio: donde enviamos 7 bolsas de arroz antes cabían 2 cajas. Y con esto en dos años conseguiremos utilizar la mitad de furgonetas que si enviaramos con cajas.
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Reducimos el nivel de residuos de Nepal (aunque sea poquito). Si en 2 años calculamos que tendremos 33.000 pedidos, estaremos evitando que 33.000 bolsas de arroz acaben desechadas en el río de Kathmandú.
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En dos años como marca ahorraremos 18.000 kilos de cartón y de plástico que utilizaríamos para nuestro packaging
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Y si nuestros clientes la reutilizan como bolsa de compra, entre todos ellos estarían ahorrando 12 millones de bolsas de plástico.
Pero no sólo queríamos quedarnos ahí, sino que queríamos contarle al mundo la situación en la que nos encontramos y el impacto medioambiental que puede llegar a tener el packaging de ecommerce.
Por este motivo lanzamos la campaña #envuelvelomejor, con el objetivo de dar visibilidad al problema y animar tanto a los consumidores y a las marcas a tomar responsabilidad de ello, pensando en soluciones creativas y divertidas.
[video: https://www.youtube.com/embed/X0qXblW_Dgk]
Tenemos que ser conscientes de que la responsabilidad es de todos y que como clientes cada vez que compramos estamos “votando” por una manera de hacer las cosas y que tenemos el poder de que nuestra voz sea escuchada. Y como marcas, tenemos poder de influencia y la posibilidad de contribuir nuestro granito de arena para tener un mundo más justo y sostenible.
Súmate a #envuelvelomejor , comparte nuestra iniciativa y cada vez que encuentres un packaging abusivo e irrespetuoso muestralo al mundo subiendo una foto a las redes sociales con el hastag #envuelvelomejor.
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